La estimulación prenatal a través de la musicoterapia utiliza varias fuentes sensoriales, especialmente la voz de la madre y la música, movimiento, presión, vibración y luz para comunicarse con el bebé antes de nacer.
El sonido le llega al bebé por nacer por tres vías: 1. Táctil (mediante la conducción ósea del sonido).
2. Auditiva (a través de sus propios oídos) 3. Hormonal (al segregar su madre endorfinas, por el cordón umbilical).
Entre toda esta serie de estímulos sonoros que el bebé recibe, el que cobra mayor importancia para él es la voz de su madre, que además de quedar por encima de los ruidos internos, cuándo ésta utiliza la voz cantada (amplificada) el diafragma hace un movimiento que le produce una estimulación cinética y táctil que hace que note mucho más la voz de su madre.
Es además fácilmente entendible dada la proximidad de la fuente emisora que tiene el bebé in útero, y la transmisión directa de las vibraciones y resonancias a través de los huesos y tejidos maternos.
Por tanto, el bebé aprende a reconocer y responder ante los diferentes estímulos, lo que favorece su desarrollo sensorial, físico y mental. Además, a través de la música se pueden canalizar los posibles miedos y angustias del embarazo y, a su vez, disfrutar más intensamente de los momentos dulces del estado.
Las actividades que se hacen en las sesiones son de estimulación. Trabajaremos de forma grupal para enriquecer el proceso, pero con un número reducido de personas que permita responder de forma individual a las distintas necesidades de cada mamá y cada bebé.